En el día de ayer el Congreso aprobó una ley envíada por el Gobierno de Chile, por la cual se aportan US$ 1.000 millones para el Fondo de Estabilización de los Precios del Petróleo.
Lamentablemente junto a esta política que ayuda a los bolsillos de las personas afectadas por el notable incremento en pocos meses de los precios de los combustibles, no ha sido acompañada de una visión de más largo plazo.
Como el alza de los precios es internacional, y Chile simplemente es un tomador de dichos precios, lo más probable es que sigan ocurriendo alzas, tanto por la mayor demanda mundial, como por la especulación, como también debido a la escacez misma de los recursos.
Un país como Chile que es un neto importador del 90% de los combustibles que usa, debe forzosamente desarrollar en forma urgente una política de estado donde se busquen combustibles alternativos para mover nuestro parque vehicular. No es una solución fácil, pero mientras más tarde se impulsen esas iniciativas, más caro saldrá para la población.
Brasil encontró una forma de abastecerse en forma muy significativa de combustibles alternativos. Un plan que ya lleva 20 años. Chile tiene ingenieros, profesionales de diversas disciplinas, capacidad empresarial y capacidad financiera nacional e internacional, como para intentar algo más que estar botando miles de millones de dólares cada vez que el precio de los combustibles se dispara.
Una razonable solución es crear un Fondo para Combustibles Alternativos, diferentes de los Combustibles fósiles. Si sólo destinase un 30% de los dineros que van al fondo de esabilizacion de precios actuales, esa suma ya superaría largamente los U$$ 1.000 millones durante los últimos 10 años. Estoy plenamente convencido que con tal suma, ya existirían alternativas en desarrollo. Si además esa suma fuese igualada por capital privado, tendríamos acumulados más de US$ 2.000 en inversión en nuevos combustibles. Con tal suma, no cabe duda que ya tendríamos resultados interesantes que beneficiarán permanentemente al país y a la población. Más aún, posiblemente nos adelantaremos a otras naciones que enfrentarán el mismo problema, y podremos vender tecnologías o bien tendremos empresarios capaces de desarrollar nuevos módelos de negocio en base al combustible. Pero es un signo real de subdesarrollo colectivo, estar apagando un incendio que sabemos que la OPEP continuará provocando para su beneficio. Es en cambio, un signo real de madurez política y de madurez en términos del desarrollo, prevenir, adelantarse a una crisis más que anunciada, tomando caminos que impidan desestabilizar nuestra sociedad cada vez que a los países productores de petróleo y gas se les ocurra subir los precios.
Todos los países dependientes de los combustibles fósiles, y no sólo Chile, tienen la misión de fomentar en forma urgente el desarrollo de combustibles alternativos. La crisis actual implica un traspaso de riqueza violenta desde los países netamente consumidores como Chile, hacia naciones que tienen combustibles fósiles en abundancia. Vemos varios casos de esas naciones ricas en petróleo y gas, que están usando muy mal esta abundancia financiera. Al final, la economía mundial, especialmente los países más pobres, se van a desestabilizar, generando inflación, desempleo, caos social, hambre, violencia e inestabilidad política. Esa crisis golpeará a toda la humanidad porque existirán grandes inmigraciones hacia las naciones más estables.
Todos sabemos esas consecuencias. Países emergentes como Chile, tienen la misión de salir a enfrentar AHORA que existe capacidad de ahorro, este gran desafío. Cada año perdido sobre esta materia es un desastre.
Recuerdo haber enviado artículos parecidos a los entonces Pre-candidatos presidenciales en el año 2004-2005, porque no entendía como hablaban ellos de que la economía podía crecer a altas tasas, cuando no existe suficiente energía para hacerlo. La realidad ya la estamos viendo en el año 2008, pero esta amenaza al crecimiento continuará mientras no existan fuentes de combustibles alternativas que complementen la del petróleo y sus derivados.
Esperemos que nuestro Gobierno y los legisladores empiezen a pensar en este Fondo para Combustibles Alternativos, con suma urgencia, porque cualesquier solución tomará varios años en implementarse.
creditosysocios@gmail.com
Santiago, 19 de Junio de 2008
Lamentablemente junto a esta política que ayuda a los bolsillos de las personas afectadas por el notable incremento en pocos meses de los precios de los combustibles, no ha sido acompañada de una visión de más largo plazo.
Como el alza de los precios es internacional, y Chile simplemente es un tomador de dichos precios, lo más probable es que sigan ocurriendo alzas, tanto por la mayor demanda mundial, como por la especulación, como también debido a la escacez misma de los recursos.
Un país como Chile que es un neto importador del 90% de los combustibles que usa, debe forzosamente desarrollar en forma urgente una política de estado donde se busquen combustibles alternativos para mover nuestro parque vehicular. No es una solución fácil, pero mientras más tarde se impulsen esas iniciativas, más caro saldrá para la población.
Brasil encontró una forma de abastecerse en forma muy significativa de combustibles alternativos. Un plan que ya lleva 20 años. Chile tiene ingenieros, profesionales de diversas disciplinas, capacidad empresarial y capacidad financiera nacional e internacional, como para intentar algo más que estar botando miles de millones de dólares cada vez que el precio de los combustibles se dispara.
Una razonable solución es crear un Fondo para Combustibles Alternativos, diferentes de los Combustibles fósiles. Si sólo destinase un 30% de los dineros que van al fondo de esabilizacion de precios actuales, esa suma ya superaría largamente los U$$ 1.000 millones durante los últimos 10 años. Estoy plenamente convencido que con tal suma, ya existirían alternativas en desarrollo. Si además esa suma fuese igualada por capital privado, tendríamos acumulados más de US$ 2.000 en inversión en nuevos combustibles. Con tal suma, no cabe duda que ya tendríamos resultados interesantes que beneficiarán permanentemente al país y a la población. Más aún, posiblemente nos adelantaremos a otras naciones que enfrentarán el mismo problema, y podremos vender tecnologías o bien tendremos empresarios capaces de desarrollar nuevos módelos de negocio en base al combustible. Pero es un signo real de subdesarrollo colectivo, estar apagando un incendio que sabemos que la OPEP continuará provocando para su beneficio. Es en cambio, un signo real de madurez política y de madurez en términos del desarrollo, prevenir, adelantarse a una crisis más que anunciada, tomando caminos que impidan desestabilizar nuestra sociedad cada vez que a los países productores de petróleo y gas se les ocurra subir los precios.
Todos los países dependientes de los combustibles fósiles, y no sólo Chile, tienen la misión de fomentar en forma urgente el desarrollo de combustibles alternativos. La crisis actual implica un traspaso de riqueza violenta desde los países netamente consumidores como Chile, hacia naciones que tienen combustibles fósiles en abundancia. Vemos varios casos de esas naciones ricas en petróleo y gas, que están usando muy mal esta abundancia financiera. Al final, la economía mundial, especialmente los países más pobres, se van a desestabilizar, generando inflación, desempleo, caos social, hambre, violencia e inestabilidad política. Esa crisis golpeará a toda la humanidad porque existirán grandes inmigraciones hacia las naciones más estables.
Todos sabemos esas consecuencias. Países emergentes como Chile, tienen la misión de salir a enfrentar AHORA que existe capacidad de ahorro, este gran desafío. Cada año perdido sobre esta materia es un desastre.
Recuerdo haber enviado artículos parecidos a los entonces Pre-candidatos presidenciales en el año 2004-2005, porque no entendía como hablaban ellos de que la economía podía crecer a altas tasas, cuando no existe suficiente energía para hacerlo. La realidad ya la estamos viendo en el año 2008, pero esta amenaza al crecimiento continuará mientras no existan fuentes de combustibles alternativas que complementen la del petróleo y sus derivados.
Esperemos que nuestro Gobierno y los legisladores empiezen a pensar en este Fondo para Combustibles Alternativos, con suma urgencia, porque cualesquier solución tomará varios años en implementarse.
creditosysocios@gmail.com
Santiago, 19 de Junio de 2008